CAPITULO 11
- Y sucedió que cuando hacía
oración en cierto lugar, al terminarla, le dijo uno de sus discípulos:
Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.
- El les respondió: Cuando
oréis, decid: Padre santificado sea tu Nombre, venga tu Reino;
- el pan nuestro de cada día
dánosle hoy;
- y perdónanos nuestros
pecados, puesto que también nosotros perdonamos a todo el que nos debe; y
no nos dejes caer en la tentación.
- Y les dijo: ¿Quién de vosotros
que tenga un amigo, y acuda a él a media noche y le diga: Amigo, préstame
tres panes,
- porque un amigo mío me ha
llegado de viaje y no tengo qué ofrecerle,
- le responderá desde dentro:
No me molestes, ya está cerrada la puerta; yo y los míos estamos acostados;
no puedo levantarme a dártelos?
- Pero si el otro persevera
en llamar, os digo que, si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al
menos por su importunidad se levantará para darle cuanto necesite.
- Así, pues, yo os digo:
Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá;
- porque todo el que pide,
recibe; y el que busca; encuentra; y a quien llama, se le abrirá.
- Pues, ¿qué padre habrá
entre vosotros a quien si el hijo pide un pan, le dé una piedra? ¿O si le
pide un pez, en lugar de un pez le dé una serpiente?
- ¿O si le pide un huevo, le
dé un escorpión?
- Si, pues, vosotros, siendo
malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
del Cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?
- Estaba expulsando un
demonio que era mudo; cuando salió el demonio, el mudo rompió a hablar y
la muchedumbre se quedó admirada;
- pero algunos de ellos
dijeron: Por Belcebú, príncipe de los demonios, arroja a los demonios;
- y otros, para tentarle, le
pedían una señal del cielo.
- Pero él, que conocía sus
pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo quedará
desolado y caerá casa contra casa.
- Si, pues, también Satanás
está dividido contra sí mismo, ¿cómo quedará en pie su reino, puesto que
decís que arrojo los demonios por Belcebú?
- Si yo expulso los demonios
por Belcebú, vuestros hijos ¿por quién los arrojan? Por eso ellos mismos
serán vuestros jueces.
- Pero, si yo expulso los
demonios por el dedo de Dios, está claro que el Reino de Dios ha llegado a
vosotros.
- Mientras uno que es fuerte
y está bien armado custodia su palacio, sus bienes están seguros;
- pero en llegando otro más
fuerte, le vence, le quita sus armas en las que confiaba y reparte su
botín.
- El que no está conmigo,
está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
- Cuando un espíritu impuro
sale de un hombre, vaga por lugares áridos buscando reposo, y al no
encontrarlo, dice: Me volveré a mi casa, de donde salí;
- y al llegar la encuentra
barrida y arreglada.
- Entonces va, toma consigo
otros siete espíritus peores que él, entran y fijan allí su morada; y la
situación última de aquel hombre viene a ser peor que la primera.
- Mientras él estaba diciendo
todo esto, una mujer de en medio de la multitud, alzando la voz, le dijo:
Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.
- Pero él replicó:
Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan.
- Habiéndose reunido una gran
muchedumbre, comenzó a decir: Esta generación es una generación perversa;
busca una señal y no se le dará otra sino la señal de Jonás el profeta.
- Porque, así como Jonás fue
señal para los habitantes de Nínive, del mismo modo lo será también el
Hijo del Hombre para esta generación.
- La reina del Mediodía se
levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará;
porque ella vino de los extremos de la tierra para escuchar la sabiduría
de Salomón.
- Los hombres de Nínive se
levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque
ellos hicieron penitencia ante la predicación de Jonás; pero mirad que
aquí hay algo más que Jonás.
- Nadie enciende una lámpara
para ponerla en un sitio oculto ni bajo el celemín, sino sobre el
candelero para que los que entren vean la luz.
- La lámpara del cuerpo es tu
ojo. Si tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está iluminado ;
pero si tu ojo está enfermo, también tu cuerpo queda en tinieblas.
- Mira, pues, no sea que la
luz que hay en ti sea tinieblas.
- Si, pues, todo tu cuerpo
está iluminado, sin haber en él parte alguna oscura, todo él estará
iluminado como cuando la lámpara te ilumina con su resplandor.
- Cuando terminó de hablar,
cierto fariseo le rogó que comiera en su casa. Habiendo entrado, se puso a
la mesa.
- El fariseo se quedó
extrañado al ver que Jesús no se había lavado antes de la comida.
- Pero el Señor le
dijo : Así que vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y
el plato, pero vuestro interior está lleno de rapiña y maldad.
- !Insensatos !, ¿acaso
quien hizo lo de fuera no ha hecho también lo de dentro ?
- Dad, más bien, limosna de
lo que guardáis dentro y así todo quedará purificado para vosotros.
- Pero, !ay de vosotros,
fariseos, porque pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de todas las
legumbres, pero despreciáis la justicia y el amor de Dios ! Esto es
lo que hay que hacer sin omitir aquello.
- !Ay de vosotros, fariseos,
porque apetecéis los primeros asientos en las sinagogas y los saludos en
las plazas !
- !Ay de vosotros, que sois
como sepulcros disimulados, sobre los que pasan los hombres sin
saberlo !
- Entonces, cierto doctor de
la Ley, tomando la palabra, le replica : Maestro, diciendo tales
cosas, nos ofendes también a nosotros.
- Pero él dijo : !Ay
también de vosotros, los doctores de la Ley, porque imponéis a los hombres
cargas insoportables, pero vosotros ni con un dedo las tocáis !
- !Ay de vosotros, que
edificáis los sepulcros de los profetas, después que vuestros padres los
mataron !
- Así, pues, sois testigos de
las obras de vuestros padres y consentís en ellas, porque ellos los
mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.
- Por eso dijo la sabiduría
de Dios : Les enviaré profetas y apóstoles, y matarán y perseguirán a
una parte de ellos,
- para que se pida cuentas a
esta generación de la sangre de todos los profetas, derramada desde la
creación del mundo,
- desde la sangre de Abel
hasta la sangre de Zacarías, asesinado entre el altar y el Templo. Sí, os
lo aseguro : se le pedirá cuentas a esta generación.
- !Ay de vosotros, doctores
de la Ley, porque os habéis apoderado de la llave de la
sabiduría ! : vosotros no habéis entrado y a los que estaban
para entrar se lo habéis impedido.
- Cuando salió de allí, los
escribas y fariseos comenzaron a atacarle con vehemencia y a acosarle a
preguntas sobre muchas cosas,
- acechándole y procurando
cazarle en alguna palabra, para poder acusarle.
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