CAPITULO 21
- Al levantar la vista, vio a
unos ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio.
- Vio también a una viuda
pobre que echaba allí dos pequeñas monedas,
- y dijo : En verdad os
digo que esta viuda pobre ha echado más que todos ;
- pues todos éstos han
entregado como ofrenda a Dios de lo que les sobraba, ésta en cambio ha
dado de lo que necesitaba, todo lo que tenía para vivir.
- Como algunos le hablaban
del Templo, que estaba adornado con bellas piedras y ofrendas votivas,
dijo :
- Vendrán días en los que de
esto que veis no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.
- Le preguntaron :
Maestro, ¿cuándo acontecerá esto y cuál será la señal de que comienza a
suceder ?
- El dijo : Mirad, no os
dejéis engañar ; pues muchos vendrán en mi nombre diciendo : yo
soy, y el momento está próximo. No les sigáis.
- Cuando oigáis rumores de
guerras y revoluciones, no os aterréis ; porque es necesario que
sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.
- Entonces les decía :
Se levantará pueblo contra pueblo y reino contra reino ;
- habrá grandes terremotos y
peste y hambre en diversos lugares ; habrá cosas aterradoras y
grandes señales en el cielo.
- Pero antes de todas estas
cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a
las cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi
nombre :
- esto os sucederá para dar
testimonio.
- Determinad, pues, en
vuestros corazones no tener preparado cómo habéis de responder :
- Porque yo os daré palabras
y sabiduría que no podrán resistir no contradecir todos vuestros
adversarios.
- Seréis entregados por
padres y hermanos y parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros,
- y seréis odiados por todos a
causa de mi nombre.
- Pero ni un cabello de
vuestra cabeza perecerá.
- Con vuestra perseverancia
salvaréis vuestras almas.
- Cuando veáis a Jerusalén
cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación.
- En aquella hora, quienes
estén en Judea que huyan a los montes, y quienes estén dentro de la ciudad
que se marchen, y quienes estén en los campos que no entren en ella :
- éstos son días de castigo
para que se cumpla todo lo escrito.
- Ay de las que estén encinta
y de las que estén criando en aquellos días. Porque habrá una gran
indigencia sobre la tierra e ira sobre este pueblo.
- Caerán al filo de la espada
y serán llevados cautivos a todas las naciones ; y Jerusalén será
pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles.
- Habrá señales en el sol, en
la luna y en las estrellas ; y sobre la tierra, angustia de las
gentes, consternadas por el estruendo del mar y de las olas ;
- perdiendo el aliento los
hombres a causa del terror y de la ansiedad que sobrevendrán a toda la
tierra. Porque las potestades de los cielos se conmoverán.
- Y entonces verán al Hijo
del Hombre venir sobre una nube con gran poder y gloria.
- Cuando comiencen a suceder
esta cosas, tened valor y levantad vuestras cabezas porque se aproxima
vuestra redención.
- Y les dijo una
parábola : Observad la higuera y todos los árboles.
- Cuando ya echan brotes, al
verlos, conocéis por ellos que ya está cerca el verano.
- Así también vosotros cuando
veáis que sucede todo esto, sabed que está cerca el Reino de Dios.
- En verdad os digo que no
pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto.
- El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán.
- Vigilad sobre vosotros,
mismos para que vuestros corazones no estén ofuscados por la crápula, la
embriaguez y los afanes de esta vida, y no sobrevenga aquel día de
improvisto sobre vosotros,
- pues caerá como un lazo
sobre todos aquellos que habitan sobre la faz de toda la tierra.
- Vigilad orando en todo
tiempo a fin de merecer evitar todos estos males que van a suceder, y
estar en pie delante del Hijo del Hombre.
- Durante el día enseñaba en
el Templo, y salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos.
- Y todo el pueblo acudía a
él muy de madrugada al Templo para oírle.
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